El actor Alejandro Mesa (Tudela, 1999) fue galardonado el pasado 22 de abril con el premio Talía de La Academia de las Artes Escénicas de España (AAEE). Estos galardones, que celebraban su segunda edición, buscan reconocer el valor de todas y cada una de las profesiones y manifestaciones creativas que contribuyen a hacer del arte escénico una expresión esencial. Mesa, que recibió el premio por su interpretación de Elder Cunningham en el musical The Book of Mormon, aceptó la distinción como “un honor, un gran regalo” y, sobre todo, un reconocimiento de su trabajo en este montaje.

PREGUNTA: Ha ganado el premio Talía al Mejor Actor de Teatro Musical por su interpretación de Elder Cunningham en The Book of Mormon. ¿Quién es este personaje y qué hace?

RESPUESTA: Elder Cunningham es la antítesis de Elder Price, que es el otro coprotagonista, y es un poco el bufón de la función.

P: Usted se dedica a la danza y a la música desde hace muchos años, desde que era muy pequeño. ¿De dónde le viene este amor por las artes escénicas? 

R: Mis padres me lo han inculcado siempre, me han llevado mucho al teatro de pequeño a ver tanto danza, como música, como interpretación y yo creo que de ahí me viene.

P: ¿Y qué le lleva a decir, “me voy a meter yo también en el mundo de las artes escénicas”?

R: Esto fue con Ángel Martínez, que era mi profesor allí en Tudela. Yo creo que fue quien me hizo ver que me podía dedicar a esto. Y ya con 12 años, cuando hice Sonrisas y Lágrimas, el musical en Zaragoza, fue cuando me di cuenta de que me podía dedicar a esto.

P: Entonces lleva haciendo musicales desde los 12 años.

R: Hice Sonrisas con 12, y luego hasta los 18 no volví a trabajar profesionalmente. El primer personaje que tuve fue en La familia Addams.

“Me considero un poco de todo. Al final, para dedicarte al teatro musical tienes que estar muy bien formado en todas las disciplinas”

P: ¿Qué tipo de formación ha recibido a lo largo de su carrera para estar donde está?

R: Pues muy variada, desde interpretación, canto, danza, claqué, clown, comedia gestual...

P: ¿Usted se considera más actor, bailarín, cantante o un poco de todo?

R: Pues diría que sí, que actor, pero un poco de todo. Al final, para dedicarte al teatro musical tienes que estar muy bien formado en todas las disciplinas. He hecho teatro de texto también y cine y televisión.

P: ¿Cómo compara el teatro de texto con el teatro musical en el que hay que cantar, actuar y bailar?

R: Bueno, son cosas distintas, y requieren también habilidades diferentes. En el caso del teatro musical, tanto canto, como baile e interpretación, y el teatro de texto quizá es una cosa más relajada físicamente, pero depende de la función.

P: De entre todos los musicales que ha hecho, ¿cuál es su favorito?

R: Diría que Book, que es el que estoy haciendo ahora, porque es mi musical favorito desde hace mucho tiempo, y poder estar en él es un regalo.

P: ¿Cómo se prepara para una función? ¿Tiene algún ritual antes de salir a escena? ¿Su profesión como actor de teatro musical exige muchos cuidados?

R: Llegamos al teatro hora y media antes de función, hacemos calentamiento vocal y físico, nos preparamos con vestuario y demás, y yo suelo calentar otro poquito más justo antes de empezar función. Es bastante sacrificado porque sí que requiere de un control de lo que estás usando, del control de cuánto usas la voz y cómo la usas, y de que esté siempre desinflamada y que no esté irritada. Para ello, bebo mucha agua, duermo mucho, tomo té...

P: Y con respecto al baile, ¿cuántas horas hay que ensayar al día para sacar adelante un musical?

R: Un musical normalmente se ensaya unas seis semanas, si no me equivoco, durante ocho horas cada día.

“Book’, el musical que estoy haciendo ahora, es mi favorito desde hace mucho tiempo, y poder estar en él es un regalo”

P: Entonces, The Book of Mormon ha tenido seis semanas de preparación antes de su estreno el 10 de octubre de 2023 en Madrid.

R: Sí, empezamos los ensayos el 3 de agosto y luego hicimos las funciones previas, que es una cosa que va antes del estreno, que las empezamos como a finales de septiembre. O sea que sí, un par de meses.

P: Desde fuera, siempre da la impresión de que los musicales son un espectáculo muy pulido, sin embargo... ¿alguna vez se quedan en blanco en escena?

R: Sí, pasa. De hecho, a mí me pasó justo ayer, que mezclé dos palabras entre sí y tuve un blancazo de un par de segundos. Un musical es un tipo de trabajo en el que tienes que estar muy muy concentrado para hacer un engranaje tan grande y que todo salga bien y yo creo que eso es lo que hace quizá que no haya tanto blancazo ni tanto error.

P: De todos los papeles que ha interpretado, ¿hay alguno que se le haya hecho especialmente difícil?

R: No. Bueno, todos tienen su dificultad. Al final, quizá este, Elder Cunningham, creo que es el que más me demanda a nivel físico y vocal, con diferencia. Ha sido el mayor reto, sí. en el sentido de que la partitura es muy aguda y es mucho más compleja que lo que había hecho hasta ahora. No salimos de escena prácticamente nunca, las coreos exigen bastante, y la fisicalidad del personaje es bastante alta.

P: ¿Qué hizo para conseguir el papel de Elder Cunningham? ¿Fue un proceso duro el lograr el papel que quería?

R: Más que duro, para mí fue bastante placentero, porque hacer una audición con estos materiales es muy divertido. Fueron tres o cuatro rondas de audiciones, no me acuerdo ahora, cada audición duró prácticamente siete horas, porque al ser teatro musical te tienen que valorar tanto en danza, como en canto, como en interpretación. Pero fue muy divertido, lo disfruté mucho.