El Ayuntamiento de Tudela ha licitado un proyecto por 30.000 euros para reurbanizar la Calle Manresa y quizás poner un ascensor urbano, unas obras que costarían 450.000 euros. Pocos tudelanos y tudelanas conocen el origen del nombre de la calle y que, al igual que las del Barrio de Lourdes, debió haberse cambiado para cumplir con la ley de Memoria de 2013. El punto 1 del artículo 11 señala que se debían retirar “escudos, insignias, placas, banderas y cualesquiera otros objetos o menciones conmemorativas o de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la Dictadura”. En este terreno entraría la calle Manresa.

Tudela

El 24 de enero de 1939, los tercios de Lácar y Montejurra de la 1ª División de Navarra, en los que se habían embarcado muchos tudelanos y a su frente el teniente coronel Julio Pérez Salas, tomaron Manresa sin encontrar demasiada oposición de un ejército republicano ya en retirada. Las tropas estaban compuestas por regulares, requetés, legionarios, voluntarios y tropas marroquíes dirigidas por Mohamed Ben Mizzián. Pocos días después cayó Barcelona y como un castillo de naipes se fue cerrando la pequeña bolsa del ejército y cargos gubernamentales republicanos que quedaban arrinconados contra el Mediterráneo. Con la toma de Alicante se puso fin a la Segunda República y a la Guerra Civil el 1 de abril de ese mismo año.

Aquella “liberación de Manresa” se vivió como un triunfo propio en Tudela porque Pérez Salas estaba casado con una tudelana y porque estuvo al frente del acuartelamiento de Sementales;era la máxima autoridad militar de la capital ribera. No en vano, firmó las listas de personas que debían ser expulsadas de la ciudad en 1936 y no fue una persona ajena a los asesinatos en Tudela y en la Ribera. El militar requeté, fue nombrado el 28 de marzo de 1946 hijo adoptivo de Tudela (se le retiró el 30 de octubre de 2014) y entre sus logros se encontraban estar “casado con una distinguida dama tudelana. Al iniciarse el alzamiento, numerosos jóvenes de Tudela corrieron a alistarse y gran número de aquellos valientes fueron mandados durante la Cruzada por D. Julio Pérez Salas”, además de haber sido recompensado con la medalla militar individual por Franco y haber “liberado Manresa del dominio marxista”. La entrega se hizo el 28 de julio de 1946 y sólo en pastas, vino, pasteles y gaseosas Montón se gastó 693,80 pesetas de la época.

Uno de los documentos que firmó Pérez Salas para expulsar a familias de Tudela en 1936. Cedida

El 6 de agosto de 1947, el Ayuntamiento de Tudela aprobó dar el nombre de Manresa a una nueva calle que se había llamado antes Primera Transversal Blas Morte. Junto a ella dieron también nombre a otras como Navas de Tolosa, Príncipe de Viana, Pintor Verdusán, Amigos del País, Ximénez de Rada, Santísima Trinidad, Guillermo de Tudela y Pedro José de Moret. También se desestimaron otros nombres como Rotrón de Alperche, Alfonso el Batallador o avenida de la Fuente de la Salud.

La decisión de dar el nombre de Manresa a una nueva calle (donde estuvo la casa de los Remacha) se puede considerar exaltación del franquismo y, por lo tanto, debería ser cambiada en cumplimiento de la ley de Memoria, algo que no se llevó a cabo en 2017 bajo el gobierno del tripartito. La casa de los Remacha fue destruida en el bombardeo del 13 de agosto de 1937 que tres aviones rusos Tupolev realizaron asesinando a 13 personas e hiriendo a 20, varios de ellos niños.

Manresa

Aquel título de hijo adoptivo había sido ya otorgado seis años antes en la propia ciudad de Manresa a Julio Pérez Salas, “que liberó esta ciudad al frente de la columna de su mando”. Según el Consistorio catalán, “el día 24 de enero de 1939, III Año Triunfal, quedará esculpido con letras de oro en el libro de la Historia de Manresa. El ilustre Teniente Coronel Julio Pérez Salas, al frente de la columna de su digno mando, liberaba a la ciudad del dominio rojo-separatista. Manresa volvió a ser, por obra del Glorioso Ejército Nacional, lo que fue siempre, antes de que el terror marxista imperara en ella: la ciudad española y católica que dio por los ideales tradicionalistas de Religión y Patria lo mejor su espíritu y de sus esfuerzos”.

Pero los actos laudatorios a Pérez Salas no acabaron ahí. El 20 de marzo de 1948 se le entregó un sable por su nombramiento como general en una ceremonia en la que el Ayuntamiento se gastó 4.000 pesetas para la compra del sable (de las que los manresanos aportaron 3.185 en aportaciones) y 6.611 pesetas en una cena.

Julio Pérez Salas, de pie con el número 1, con voluntarios requetés de Tudela en la Guerra Civil. Cedida

Para aquel acto, las autoridades enviaron un comunicado a los altos cargos de Falange en los días previos para organizar un gran evento en el que expresaban la necesidad de movilizar tanto al mundo asociativo, como a empleados públicos y a “todas las entidades que cobran”, ya que si no, “seremos cuatro y el cabo, y entonces allá cada cual con su consecuencia”. El documento exponía sin tapujos la realidad de una sociedad desmovilizada, comparándola con un “rebaño” que “se mueve y se concentra donde se le manda que se concentre” y en la que es preciso “mover los hilos, los resortes y las trucas”, recurriendo a fidelidades interesadas.

En aquel evento el alcalde de Manresa se deshizo en elogios. “Cuando la negra noche del comunismo invadía de siniestras perspectivas esta ciudad, cuando la desgana del vivir esclavos nos hacía sentir más deseos de vivir dignamente; cuando el raudo vuelo de las águilas de acero, el ronco tronar de los cañones, las informaciones radiofónicas y el desorden de la precipitada retirada de las fuerzas rojas, era sintomático, todo ello presagiaba el fausto anuncio de la liberación, que se consumó gracias a Dios, en aquel memorable 24 de enero de 1939“.

El 13 de diciembre de 1950, Manresa y Tudela estrechó su relación con la decisión del Ayuntamiento de la ciudad catalana de dar el nombre de Tudela a una avenida que aún pervive.

Carta enviada por el Ayuntamiento de Tudela al Ayuntamiento de Manresa en julio de 1946 Cedida

Julio Pérez Salas fue el único de cuatro hermanos que se unió a los golpistas y los otros tres, también militares, se mantuvieron fieles a la República. De ellos dos fueron fusilados por el ejército de Franco, el otro se exilió a Francia y México. Natural de Betanzos, Julio Pérez Salas nació el 23-6-1890, e ingresó en la Academia de Caballería de Valladolid. Estando en Tudela se produjo el Golpe de Estado del 1936 en el que fue enlace y herramienta represora del general Mola en la Ribera. En agosto de 1936, se le nombró jefe del Tercio de Lacar y luego de Montejurra, realizando con dicha unidad la campaña de Gipúzkoa. Como teniente coronel, intervino en la campaña de Vizcaya, Santander y Asturias, así como en la toma de Teruel. Participó en la batalla del Ebro, Maestrazgo, Cataluña, y en el frente de Madrid. Recibió la medalla militar y resultó herido en cuatro ocasiones.