El Juzgado de lo Penal número 4 de Pamplona ha condenado de conformidad a 11 meses de prisión a un vecino de la capital navarra de 26 años de edad y de origen suramericano por un delito continuado contra la intimidad después de que grabara vídeos a niñas en edad escolar por debajo de la falda del uniforme.

El procesado actuó en la mañana del 7 de octubre de 2022 a primera hora de la mañana en el patio de un colegio de Pamplona cuando las niñas se disponían a entrar a clase.

Una cámara en la mochila que le captaron en el lugar

Según la sentencia, se valió de una minicámara de vídeo para cometer el delito. La colocaba estratégicamente en una mochila que desplazaba a ras de suelo y de esta formaba grababa a las menores por debajo de las faldas. Ante la sosprecha de lo que estaba haciendo, fueron las propias alumnas las que avisaron al profesorado del centro y estos a su vez contactaron con la Policía.

Según se reconoce en la sentencia, el acusado, una vez que ha sido examinado por el médico forense, padece un síndrome de Asperger con una discapacidad reconocida del 51%, teniendo asociada además una parafilia, todo lo cual hace que tenga afectadas de forma moderada-grave sus capacidades intelectivas y volitivas, sin que estuvieran anuladas las mismas. Por ello, al acusado, que se conformó en el juzgado con la pena impuesta, se le estimó la eximente incompleta de trastorno mental, es decir, que le rebaja la responsabilidad penal, aunque no le exime de ello.

Además de los 11 meses de prisión, tendrá que pagar una multa de 1.800 euros, se acuerda una orden de alejamiento por la que no podrá acercarse al colegio a menos de 5 metros por espacio de dos años (es vecino de la zona y por tanto no se le puede alejar más del lugar) y se acuerda una medida de seguridad adecuada a su patología durante un año.